Un nuevo estudio revela que los bosques de miombo de Mozambique almacenan entre 1.5 y 2.2 veces más carbono de lo que se pensaba anteriormente. Esta revelación enfatiza el papel fundamental que desempeñan estos bosques en la mitigación del cambio climático e insta a tomar acciones inmediatas para protegerlos y restaurarlos.
Los bosques de miombo de Mozambique encierran un inmenso potencial sin explotar en la lucha contra el cambio climático. Un estudio reciente, publicado en Nature Communications Earth & Environment, ha revelado que estos ecosistemas cruciales almacenan entre 1.5 y 2.2 veces más carbono de lo que sugerían estimaciones anteriores.
Dirigida por el proveedor de datos de carbono Sylvera, la investigación fue realizada por un equipo internacional, que incluye científicos del University College London (UCL) y la Universidad de Maryland (UMD). Empleando tecnologías avanzadas de escaneo láser 3D desde perspectivas terrestres, de drones y helicópteros, el equipo midió meticulosamente más de 8 millones de árboles en 500 kilómetros cuadrados en el Parque Nacional Gilé (Mozambique) y sus alrededores.
"Utilizando estas mediciones de escaneo láser 3D, podemos mejorar significativamente la precisión de nuestras estimaciones de la biomasa y el carbono almacenado en estos bosques de miombo críticos y dinámicos", dijo el coautor del estudio Mathias (Mat) Disney, profesor de ciencias remotas. detección en el Departamento de Geografía de la UCL, dijo en un comunicado de prensa. "El hecho de que estos nuevos resultados sean mucho mayores que las estimaciones anteriores demuestra que estos ecosistemas son incluso más importantes de lo que pensábamos y resalta por qué necesitamos protegerlos, ahora más que nunca".
Esta investigación indica que los métodos convencionales, que a menudo se basan en vincular variables de árboles fáciles de medir con el contenido de carbono, han subestimado la capacidad de almacenamiento de carbono de los árboles grandes que prevalecen en los bosques de miombo. Este estudio marca la primera ocasión en que se calculan estimaciones de carbono a escala regional independientemente de estas técnicas tradicionales, utilizando datos lidar de múltiples escalas.
Los hallazgos tienen implicaciones importantes no sólo para Mozambique sino también para los bosques de miombo en toda el África subsahariana. Cuando se extrapola, el estudio sugiere que estos bosques podrían almacenar hasta 13.6 millones de toneladas más de carbono de lo que se reconocía anteriormente, una cantidad casi equivalente al aumento total anual de carbono atmosférico.
“El mapeo de la biomasa desde el espacio siempre está limitado por la disponibilidad de datos de calibración y validación de alta calidad. Esta investigación demuestra lo último en métodos lidar de múltiples escalas para vincular árboles a satélites”, dijo en el comunicado de prensa la coautora Laura Duncanson, profesora asistente en la UMD y miembro del equipo científico GEDI de la NASA.
Allister Furey, directora ejecutiva y cofundadora de Sylvera, enfatizó la importancia de esta investigación para la financiación climática.
“En última instancia, luchar contra el cambio climático es una cuestión financiera. Necesitamos que fluya más dinero hacia soluciones conocidas, predominantemente nuestros sumideros naturales de carbono”, dijo.
Este estudio subraya la urgente necesidad de priorizar la protección y restauración de los bosques de miombo. Dada su importancia ambiental (apoyando directamente millones de medios de vida, regulando el clima y los recursos hídricos y proporcionando hábitats esenciales), los hallazgos abogan por mayores esfuerzos de conservación. También refuerzan la confianza de los inversores en la financiación de soluciones climáticas naturales al proporcionar mediciones más fiables de las reservas de carbono.
Mientras el mundo se enfrenta a desafíos climáticos sin precedentes, la protección de los bosques de miombo de Mozambique ofrece una estrategia natural prometedora para mitigar los impactos adversos. Este trabajo innovador liderado por Sylvera, junto con socios académicos y locales, atrae una atención renovada a un aliado natural subestimado durante mucho tiempo en nuestra búsqueda de un futuro sostenible.