La dieta mediterránea se vincula con mayores tasas de supervivencia para los sobrevivientes de cáncer

Un estudio italiano ha descubierto que los supervivientes de cáncer que siguen la Dieta Mediterránea tienen un riesgo de mortalidad significativamente menor, especialmente por enfermedades cardiovasculares, lo que subraya los poderosos beneficios para la salud de la dieta.

Un nuevo estudio italiano ha destacado los beneficios de la dieta mediterránea para prolongar la vida de los supervivientes de cáncer. Realizada en el marco del Proyecto UMBERTO, esta investigación sugiere que las personas con una alta adherencia a la Dieta Mediterránea experimentan tasas de mortalidad significativamente más bajas en comparación con aquellos que no siguen este régimen dietético.

La investigación, parte de un esfuerzo de colaboración entre la Plataforma Conjunta de Investigación Fundación Umberto Veronesi y el Departamento de Epidemiología y Prevención del IRCCS Neuromed en Pozzilli, fue publicado en CardioOncología JACC.

En este estudio participaron 800 adultos italianos a quienes ya se les había diagnosticado cáncer cuando se inscribieron en el Estudio Moli-sani de 2005 a 2010. A lo largo de más de 13 años, estos participantes fueron monitoreados de cerca y se les proporcionó datos detallados sobre su consumo de alimentos en el Se analizó el año anterior a la inscripción.

Marialaura Bonaccio, primera autora del estudio y coinvestigadora principal de la Plataforma Conjunta de Investigación del Departamento de Epidemiología y Prevención del IRCCS Neuromed, enfatizó la novedad y la importancia de estos hallazgos.

“El papel beneficioso de la Dieta Mediterránea en la prevención primaria de algunos tumores es bien conocido en la literatura. Sin embargo, se sabe poco sobre los beneficios potenciales que este modelo dietético puede tener para quienes ya han recibido un diagnóstico de cáncer”, afirmó en un comunicado. comunicado de prensa.

Los hallazgos son particularmente significativos dado el creciente número de sobrevivientes de cáncer, probablemente debido a los avances en terapias dirigidas y efectivas. Esta investigación subraya la necesidad crítica de explorar factores del estilo de vida, como la dieta, que pueden mejorar la supervivencia a largo plazo de estas personas.

“Los resultados de nuestro estudio indican que las personas que tenían cáncer y reportaban una alta adherencia a una forma de comer mediterránea tenían un riesgo de mortalidad un 32% menor en comparación con los participantes que no seguían la Dieta Mediterránea. El beneficio fue particularmente evidente en la mortalidad cardiovascular, que se redujo en un 60%”, añadió Bonaccio.

La Dieta Mediterránea, rica en frutas, verduras y aceite de oliva, destaca por su alto contenido en compuestos antioxidantes naturales. Se cree que estos componentes bioactivos contribuyen a los beneficios de la dieta para la salud, no sólo al reducir la mortalidad por cáncer sino también al disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

“La dieta mediterránea se compone principalmente de alimentos, como frutas, verduras y aceite de oliva, que son fuentes naturales de compuestos antioxidantes, lo que podría explicar la ventaja observada en términos de mortalidad no sólo por cáncer sino también por enfermedades cardiovasculares”, Chiara Tonelli , afirmó en el comunicado de prensa el presidente del Comité Científico de la Fundación Umberto Veronesi.

El estudio también respalda la hipótesis del "suelo común", que sugiere que diferentes enfermedades crónicas, incluidos el cáncer y las enfermedades cardíacas, pueden compartir mecanismos moleculares similares. Esta perspectiva fue destacada por Maria Benedetta Donati, investigadora principal de la Plataforma Conjunta, quien destacó la importancia de estos hallazgos para futuras investigaciones sobre enfermedades crónicas.

El Proyecto UMBERTO y el Estudio Moli-sani desempeñan un papel crucial a la hora de desentrañar la compleja relación entre la nutrición y diversas enfermedades, con especial atención en aprovechar la Dieta Mediterránea para mejorar la salud. Desde su inicio en 2005, el Estudio Moli-sani ha transformado toda una región italiana en un laboratorio de investigación a gran escala, en el que participan unos 25,000 residentes de la región de Molise para comprender los factores ambientales y genéticos detrás de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras afecciones degenerativas.

Esta investigación no sólo refuerza los beneficios reconocidos de la Dieta Mediterránea en la prevención de afecciones primarias, sino que también abre nuevas vías para mejorar los resultados de salud entre los sobrevivientes de cáncer.

A medida que surjan más sobrevivientes de cáncer, la importancia de los hábitos alimentarios se volverá aún más esencial, ayudando a garantizar vidas más largas y saludables para quienes ya han luchado contra la enfermedad.