Investigadores dirigidos por la Universidad de Cambridge han desarrollado un innovador algoritmo de inteligencia artificial que detecta con precisión los soplos cardíacos en los perros, revolucionando potencialmente el diagnóstico temprano y el tratamiento de la enfermedad cardíaca canina.
Un equipo de investigadores dirigido por la Universidad de Cambridge ha desarrollado un algoritmo de aprendizaje automático de última generación capaz de detectar con precisión los soplos cardíacos en los perros. Estos soplos son indicadores importantes de la enfermedad de la válvula mitral y otras afecciones cardíacas, que son especialmente frecuentes en razas pequeñas como los King Charles Spaniels.
“La enfermedad cardíaca en los humanos es un gran problema de salud, pero en los perros es un problema aún mayor”, dijo en un artículo el primer autor Andrew McDonald, investigador asociado del Departamento de Ingeniería de Cambridge. comunicado de prensa.
El algoritmo de inteligencia artificial recientemente desarrollado, diseñado inicialmente para detectar afecciones cardíacas en humanos, fue adaptado y perfeccionado para interpretar grabaciones de audio de estetoscopios digitales utilizados en perros. Esta notable innovación demostró una sensibilidad del 90 % en la detección de soplos cardíacos, en estrecha consonancia con la precisión lograda por cardiólogos expertos.
Los soplos cardíacos son un síntoma fundamental de la enfermedad de la válvula mitral, la afección cardíaca más común en perros adultos. La detección temprana de esta enfermedad puede dar lugar a una medicación oportuna que prolongue significativamente la vida de un perro.
La importancia de esta investigación se ve subrayada por el hecho de que uno de cada 30 perros que visitan al veterinario tiene un soplo cardíaco, siendo la prevalencia mayor en perros mayores y más pequeños.
“La mayoría de las razas de perros más pequeñas tendrán enfermedades cardíacas cuando envejezcan, pero obviamente los perros no pueden comunicarse de la misma manera que los humanos, por lo que depende de los veterinarios de atención primaria detectar la enfermedad cardíaca lo suficientemente temprano para que pueda tratarse”, agregó McDonald.
Los investigadores recopilaron datos de casi 800 perros sometidos a exámenes cardíacos de rutina en cuatro centros veterinarios especializados en el Reino Unido. Los cardiólogos realizaron exámenes físicos completos y exploraciones cardíacas (ecocardiogramas) para identificar soplos y enfermedades cardíacas, creando el conjunto de datos más grande de sonidos cardíacos caninos jamás recopilado.
El rendimiento del algoritmo fue prometedor, coincidiendo con las evaluaciones de los cardiólogos en más de la mitad de los casos y con un único grado de precisión en el 90% de los casos. Las variaciones en la clasificación del soplo cardíaco entre diferentes veterinarios hacen que esta consistencia sea particularmente significativa.
“Queremos capacitar a los médicos generales para detectar enfermedades cardíacas y evaluar su gravedad para ayudar a los dueños a tomar las mejores decisiones para sus perros”, dijo en el comunicado de prensa el coautor José Novo Matos, profesor de medicina veterinaria en Cambridge.
Además, el algoritmo puede diferenciar entre soplos asociados a una enfermedad leve y aquellos que indican afecciones cardíacas avanzadas que requieren tratamiento adicional. Esta capacidad puede transformar potencialmente la forma en que los veterinarios de atención primaria detectan enfermedades cardíacas en perros, ofreciendo una herramienta de diagnóstico rentable y eficiente.
“Saber cuándo medicar es muy importante para brindarles a los perros la mejor calidad de vida posible durante el mayor tiempo posible”, agregó el autor principal Anurag Agarwal, profesor de acústica y tecnología biomédica en Cambridge.
Los resultados detallados de esta investigación han sido publicado en la Revista de Medicina Interna Veterinaria.
“Mucha gente habla de la IA como una amenaza para los puestos de trabajo, pero yo la veo como una herramienta que me convertirá en un mejor cardiólogo”, añadió Novo Matos.
Este avance tiene el potencial de mejorar significativamente la salud y la esperanza de vida de innumerables perros, lo que permitirá a los veterinarios diagnosticar y tratar enfermedades cardíacas de forma más temprana y efectiva.