Un nuevo estudio de la Universidad de Waterloo identifica las características básicas que las personas de todo el mundo asocian con la sabiduría. La orientación reflexiva y la conciencia socioemocional son rasgos clave que se encuentran en las personas sabias y que determinan cómo se juzga y apoya a los líderes en todo el mundo.
¿Qué hace que alguien parezca sabio? Según un estudio reciente dirigido por investigadores de la Universidad de Waterloo, la respuesta está en la combinación del pensamiento lógico y la sensibilidad emocional. La investigación, que abarcó 12 países de los cinco continentes, indagó en cómo las personas perciben la sabiduría en diversos contextos, incluidos el liderazgo político, la ciencia y las interacciones de la vida cotidiana.
El estudio revela dos dimensiones principales que guían las percepciones de la sabiduría (orientación reflexiva y conciencia socioemocional) y arroja luz sobre principios universales que podrían influir en el liderazgo, la educación y la comunicación intercultural. La orientación reflexiva implica el pensamiento lógico, el control emocional y la aplicación del conocimiento, mientras que la conciencia socioemocional se relaciona con la empatía y la sensibilidad hacia los sentimientos de los demás y los contextos sociales.
“Para nuestra sorpresa, las dos dimensiones surgieron en todas las regiones culturales que estudiamos, y ambas estaban asociadas con la atribución explícita de sabiduría”, dijo Maksim Rudnev, autor principal e investigador asociado postdoctoral en psicología en Waterloo, en un artículo. comunicado de prensa.
Las implicaciones de este descubrimiento son profundas, especialmente en cuanto a cómo las personas pueden juzgar y confiar en los líderes. Por ejemplo, considere las percepciones contrastantes del expresidente estadounidense Donald Trump y el actual presidente Joe Biden. El estudio postula que las personas a menudo califican las cualidades reflexivas por encima de las socioemocionales cuando atribuyen sabiduría.
“Si bien ambas dimensiones de la sabiduría funcionan juntas, las personas asocian más la sabiduría con la orientación reflexiva. Si se considera que alguien no es capaz de reflexionar y pensar de manera lógica, entonces las percepciones de esa persona como moral y competente desde el punto de vista socioemocional no lo compensarán”, afirmó en el comunicado de prensa Igor Grossmann, autor principal correspondiente y director del Laboratorio de Sabiduría y Cultura de la Universidad de Waterloo.
Los resultados del estudio fueron corroborados por los datos de 2,707 participantes que representan diversos orígenes socioeconómicos y culturales de América, Asia, África y Europa. Los participantes evaluaron a 10 personas, entre ellas científicos, políticos y profesores, durante un difícil escenario de toma de decisiones sin una respuesta clara, correcta o incorrecta. Luego, calificaron la sabiduría de estas personas junto con su autoevaluación.
“Curiosamente, nuestros participantes se consideraban inferiores a la mayoría de los ejemplos de sabiduría en lo que respecta a la orientación reflexiva, pero eran menos conscientes de sí mismos cuando se trataba de características socioemocionales”, añadió Rudnev.
Esta amplia colaboración internacional fue orquestada por el consorcio de Geografía de la Filosofía e involucró a 26 instituciones de investigación. Publicado En la revista Nature Communications, el estudio no sólo profundiza nuestra comprensión de la sabiduría sino que también subraya sus temas diversos pero unificadores a nivel mundial.
Comprender estas dimensiones tiene un potencial significativo para mejorar el liderazgo y los marcos educativos, mejorar los diálogos interculturales y fomentar una sociedad global más inclusiva y empática. En un momento en que las sociedades de todo el mundo enfrentan desafíos complejos, estos conocimientos sobre la naturaleza de la sabiduría podrían resultar invaluables.