Un estudio de la USC revela que las facturas médicas complicadas pueden generar alivio financiero

Una nueva investigación del Centro Schaeffer de la USC indica que impugnar una factura médica problemática puede generar un alivio financiero significativo, lo que resalta la importancia de la autodefensa del paciente a la hora de abordar la compleja facturación de atención médica.

En una época en la que las facturas médicas inesperadas a menudo añaden tensión financiera a muchos estadounidenses, una nueva investigación del Centro Schaeffer de Políticas y Economía de la Salud de la USC ofrece un rayo de esperanza. Publicado En JAMA Health Forum, el estudio revela que los pacientes que toman la iniciativa de impugnar sus facturas médicas con frecuencia encuentran alivio financiero.

Según la investigación, aproximadamente 1 de cada 5 personas ha recibido una factura médica con la que no está de acuerdo o que no puede pagar. De estos, un impresionante 61.5 % de los que se comunicaron con una oficina de facturación para solicitar ayuda informaron haber recibido ayuda o que se les había corregido la factura.

“Muchas personas dudan en levantar el teléfono para cuestionar la exactitud de una factura médica problemática o explorar opciones financieras, pero nuestros hallazgos indican que vale la pena y, por lo general, lleva menos de una hora”, dijo Erin L. Duffy, directora de capacitación en investigación en el Centro Schaeffer y autora principal del estudio, en un comunicado. comunicado de prensa.

El estudio, que se basó en una muestra representativa a nivel nacional de 1,135 adultos estadounidenses a través del Centro de Investigación Económica y Social de USC Dornsife, concluyó que tomar medidas podría generar cambios considerables. Aproximadamente 1 de cada 4 personas que se comunicaron por cualquier motivo vieron corregida su factura, mientras que aproximadamente 1 de cada 7 recibió un plan de pago o una reducción de precio.

Las implicaciones son significativas. Los hallazgos resaltan el poder, a menudo pasado por alto, de la defensa de los pacientes en la gestión de los costos de la atención médica, lo que ofrece un posible remedio para una de las muchas tensiones que surgen al navegar por el sistema de atención médica de los EE. UU.

En el caso de las personas que denunciaron errores de facturación, el 74 % confirmó que el error se había corregido. En el caso de las personas que se enfrentaron a facturas impagables, el 76 % obtuvo algún tipo de alivio financiero y el 62 % logró negociar un mejor precio.

Aunque muchos pueden percibir el proceso como abrumador, el estudio sugiere lo contrario. La mayoría de los pacientes informaron que sus interacciones con las oficinas de facturación, realizadas principalmente por teléfono, fueron respetuosas, directas y, por lo general, duraron menos de una hora.

Sin embargo, existen disparidades. El estudio señaló que las personas sin título universitario, con menor alfabetización financiera y sin seguro médico tenían menos probabilidades de buscar ayuda, lo que pone de relieve una brecha crítica que podría exacerbar la deuda médica entre las poblaciones vulnerables.

“Las prácticas actuales de facturación de la atención médica generalmente requieren que los pacientes defiendan sus derechos por sí mismos, y aquellos que no pueden hacerlo bien están perdiendo oportunidades de alivio financiero”, agregó Erin Trish, codirectora del Centro Schaeffer y coautora del estudio. “Procesos de facturación más simples y más transparencia sobre las opciones financieras podrían hacer que el sistema funcione mejor para los pacientes”.

Los hallazgos también sugirieron que los rasgos de personalidad juegan un papel: aquellos que son más extrovertidos y tienen personalidades menos agradables eran más propensos a desafiar sus facturas.

Este estudio destaca la importancia del empoderamiento del paciente y de la comunicación transparente en la facturación de la atención médica. Es un llamado a los pacientes para que asuman el control y a los proveedores de atención médica para que respalden estos esfuerzos mediante prácticas de facturación mejoradas e información más clara sobre las opciones de pago.

El estudio, coescrito por Melissa A. Frasco, agrega una capa crítica a la conversación en curso sobre la asequibilidad de la atención médica en los Estados Unidos y aboga por cambios sistémicos que podrían aliviar la carga financiera para muchos.