Un nuevo estudio revela la capacidad de los niños de cinco años para desenvolverse en un "pueblo pequeño"

Un nuevo estudio de la Universidad Emory demuestra que niños de tan solo cinco años pueden navegar en un entorno virtual, lo que revela el desarrollo temprano de sistemas cerebrales cruciales. Este avance podría transformar nuestra comprensión del desarrollo cognitivo.

En un estudio innovador, investigadores de la Universidad Emory descubrieron que niños de tan solo cinco años pueden navegar a través de un entorno virtual denominado “Tiny Town”, lo que demuestra que poseen habilidades avanzadas de navegación basadas en mapas mucho antes de lo que se creía anteriormente.

Mediante el uso de escáneres cerebrales y un entorno virtual simplificado, los investigadores identificaron que el sistema neuronal que sustenta este tipo de navegación ya está en funcionamiento a la edad de cinco años.

Sus hallazgos, publicado En las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, se cuestiona la noción predominante de que dichas habilidades se desarrollan plenamente alrededor de los 12 años.

"Si bien las habilidades de navegación a gran escala ciertamente continúan desarrollándose durante la infancia, nuestros hallazgos muestran que el sistema neuronal subyacente se establece notablemente temprano", dijo la primera autora Yaelan Jung, investigadora postdoctoral en el Departamento de Psicología de Emory, en un comunicado de prensa.

“En lugar de tardar una década o más, la navegación basada en mapas se implementa en la mitad de ese tiempo”, añadió el autor principal Daniel Dilks, profesor asociado de psicología en Emory. “Los niños de cinco años tienen el sistema cerebral que les permite orientarse en un pequeño pueblo virtual. No solo saben que la heladería de la región montañosa es diferente a la de la región de los lagos, sino que también saben cómo navegar por las calles para llegar a cada una de ellas”.

Las implicaciones del estudio van más allá de la curiosidad académica; sugiere el desarrollo temprano de capacidades cognitivas que previamente se subestimaban. La investigación tiene el potencial de fundamentar estrategias educativas e identificar indicadores tempranos de desarrollo neuronal atípico, allanando el camino para intervenciones.

En estudios previos con adultos, el laboratorio de Dilks ha distinguido las funciones de tres regiones cerebrales selectivas de escenas: el área de lugar parahipocampal (PPA) para reconocer lugares, el complejo retroesplenial (RSC) para mapear ubicaciones y el área de lugar occipital (OPA) para navegar por el entorno inmediato.

Podría parecer contradictorio que, si bien los niños pueden caminar antes de los dos años, sus sistemas cerebrales para orientarse al caminar no se parezcan a los de los adultos hasta aproximadamente los ocho años.

La mayoría de los niños pueden caminar antes de los dos años. Sin embargo, el sistema cerebral que les ayuda a caminar por su entorno inmediato no empieza a adquirir la apariencia de un adulto hasta relativamente tarde, añadió Dilks.

Jung y Dilks teorizaron que la aparentemente compleja capacidad de navegación basada en mapas se desarrolla antes debido a la exposición ambiental que reciben los niños pequeños cuando son llevados o empujados en cochecitos.

Para probar su teoría, realizaron experimentos con un entorno virtual inicialmente diseñado para adultos, llamado Neuralville, que luego se simplificó a Tiny Town. Tiny Town presenta una disposición triangular con puntos de referencia distintivos, como montañas, árboles y lagos, lo que lo hace adecuado para niños de cinco años.

Subtítulo: Una escena de patio de recreo en Tiny Town

Créditos: Laboratorio Dilks, Universidad Emory

Los niños conocieron Tiny Town a través de juegos de computadora y fueron entrenados para navegar por él; posteriormente se evaluó su memoria y sus habilidades con los mapas mediante exploraciones de fMRI.

El éxito del experimento también destacó la importancia de hacer que la ciencia sea atractiva para los niños.

“Queremos abordar las preguntas científicas que intentamos responder”, añadió Jung, “pero también es importante que el niño que participa en un estudio se divierta. Queremos que se lleve una buena impresión de la ciencia”.

De cara al futuro, el laboratorio de Dilks se centra ahora en grupos de edad aún más jóvenes para comprender mejor el desarrollo de estas complejas funciones cerebrales.

"Es fascinante explorar cómo los humanos usan diferentes partes del cerebro para realizar conductas complejas y cómo estos diferentes sistemas neuronales se ponen en funcionamiento durante el desarrollo", añadió Jung.

Esta investigación continua tiene como objetivo profundizar nuestra comprensión del desarrollo neuronal típico y atípico.

Fuente: Universidad de Emory