Un nuevo análisis destaca diferencias significativas en el riesgo de enfermedad cardiovascular entre varios subgrupos de estadounidenses de origen asiático, nativos de Hawái e isleños del Pacífico, lo que subraya la importancia de intervenciones de salud específicas.
Las poblaciones de asiáticos americanos, nativos de Hawái y otras islas del Pacífico (AANHPI) presentan marcadas diferencias en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según los hallazgos preliminares presentados en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense del Corazón. Sesiones Científicas de Epidemiología y Prevención | Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2025.
El estudio, conocido como PANACHE (Pacific Islander, Native Hawaiian and Asian American Cardiovascular Health Epidemiology), analizó los registros de salud de aproximadamente 2012 adultos de California y Hawái durante una década, de 2022 a 700,000. Los participantes se identificaron como pertenecientes a múltiples grupos étnicos, incluidos chinos, filipinos, japoneses, coreanos, vietnamitas, del sur de Asia y otros grupos del sudeste asiático.
Por ejemplo, la prevalencia de hipertensión arterial oscilaba entre el 12% entre los adultos chinos y el 30% entre los adultos filipinos. De manera similar, se encontró obesidad en el 41% de los adultos nativos de Hawái y de las islas del Pacífico, en comparación con el 11% entre los adultos vietnamitas.
“Históricamente, las poblaciones asiático-americanas, nativas de Hawái y otras poblaciones de las islas del Pacífico se han agrupado con frecuencia como un único grupo racial y étnico homogéneo en la investigación clínica y epidemiológica, lo que oculta variaciones importantes tanto en la prevalencia de los factores de riesgo como en la carga de la enfermedad”, afirmó en un comunicado de prensa el autor principal Rishi V. Parikh, analista de investigación sénior de la División de Investigación de Kaiser Permanente del Norte de California. “A pesar de ser la población de más rápido crecimiento en los EE. UU., los estudios existentes sobre los subgrupos asiáticos siguen estando limitados por el tamaño inadecuado de la muestra y la exclusión de algunos subgrupos desagregados importantes, así como por la falta de seguimiento a largo plazo”.
Utilizando la calculadora de riesgo PREVENT de la Asociación Estadounidense del Corazón, los investigadores hallaron que el riesgo previsto de sufrir eventos cardiovasculares a 10 años variaba, siendo los adultos nativos de Hawái y de las islas del Pacífico los que presentaban el riesgo más alto. Los grupos filipinos, del sur de Asia y de otros grupos del sudeste asiático también presentaban riesgos elevados en comparación con los adultos blancos no hispanos.
Análisis adicionales revelaron una prevalencia más alta de diabetes tipo 2 y colesterol alto en todos los subgrupos de AANHPI en comparación con los adultos blancos no hispanos. Estos hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores, que han indicado que los adultos nativos de Hawái y de las islas del Pacífico enfrentan tasas más altas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en comparación con sus contrapartes blancas no hispanas.
El coautor Alan S. Go, director asociado de la División de Investigación de Kaiser Permanente del Norte de California (Investigación de Condiciones Cardiovasculares y Metabólicas), enfatizó las implicaciones clínicas del estudio.
“A nivel de pacientes individuales, nuestros hallazgos, junto con trabajos previos, sugieren que el monitoreo regular de factores de riesgo como la presión arterial y el colesterol puede ser útil para la detección temprana de un mayor riesgo y la prevención de enfermedades cardiovasculares entre las poblaciones asiático-americanas, nativas de Hawái e isleñas del Pacífico”, dijo en el comunicado de prensa.
Mirando hacia el futuro, Go destacó los próximos pasos para PANACHE.
“El siguiente paso del estudio PANACHE será una encuesta poblacional para describir los factores de riesgo que no suelen estar disponibles en los registros médicos electrónicos (como antecedentes de inmigración, estatus generacional, historial laboral, otros determinantes sociales de la salud, experiencias de discriminación, aculturación, dieta, actividad física y acceso a servicios de atención médica y otros recursos) que pueden ser exclusivos de cada subgrupo y cómo pueden influir en el riesgo de enfermedad cardiovascular”, agregó. “Estos datos adicionales nos ayudarán a comprender las fuentes de las disparidades en la salud y a informar sobre estrategias de prevención cardiovascular personalizadas para las personas AANHPI, tanto en la clínica como en la comunidad”.
A pesar de sus puntos fuertes, el estudio tiene limitaciones, incluida la posible subrepresentación de los adultos sin seguro médico o de aquellos que enfrentan barreras para acceder a la atención médica. No obstante, la investigación subraya la necesidad de contar con datos sanitarios desagregados para abordar de manera eficaz los desafíos sanitarios específicos que enfrentan las distintas poblaciones.
“Si bien las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte para todos los estadounidenses, comprender las diferencias entre grupos poblacionales específicos puede identificar brechas en el monitoreo y el manejo de factores de riesgo, como la obesidad, la hipertensión y la diabetes tipo 2”, agregó Sadiya S. Khan, profesora Magerstadt de Epidemiología Cardiovascular y profesora asociada de Medicina y Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y cardióloga preventiva en Northwestern Medicine, que no participó en el estudio.
Estos hallazgos apuntan a un enfoque más matizado en la atención de la salud, que reconozca y aborde las diversas realidades de las comunidades AANHPI para gestionar y prevenir mejor las enfermedades cardiovasculares. Los resultados preliminares del estudio PANACHE abren el camino para futuras investigaciones e intervenciones sanitarias específicas que puedan salvar vidas y mejorar los resultados de salud pública.
Fuente: Asociación Americana del Corazón