Un estudio innovador del MD Anderson Cancer Center demuestra cómo las bacterias dentro de los tumores hacen que ciertos cánceres sean resistentes al tratamiento, lo que podría cambiar los enfoques terapéuticos futuros.
Investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas han descubierto un mecanismo vital, previamente desconocido, por el cual las bacterias contribuyen a la resistencia al tratamiento en pacientes con cáncer oral y colorrectal.
Publicado En la revista Cancer Cell, este estudio podría abrir el camino hacia tratamientos más efectivos contra el cáncer.
Los investigadores saben desde hace tiempo que las bacterias que se infiltran en los tumores pueden afectar la progresión del cáncer y los resultados del tratamiento. Sin embargo, los mecanismos exactos de esta influencia eran en gran medida desconocidos.
Este nuevo estudio arroja luz sobre cómo ciertas bacterias, en particular Fusobacterium nucleatum (Fn), pueden inducir un estado de reposo en las células epiteliales cancerosas. Este estado de reposo reversible permite a los tumores evadir el sistema inmunitario y resistir los efectos de la quimioterapia.
“Estas interacciones entre bacterias y tumores han estado ocultas a simple vista, y con las nuevas tecnologías ahora podemos ver cómo los microbios afectan directamente a las células cancerosas, moldean el comportamiento tumoral y mitigan los efectos del tratamiento”, declaró en un comunicado de prensa la autora correspondiente Susan Bullman, profesora asociada de inmunología y miembro asociada del Instituto James P. Allison del MD Anderson. “Se trata de toda una capa de la biología tumoral que hemos estado pasando por alto y que ahora podemos empezar a abordar. Esperamos que estos hallazgos faciliten el diseño de terapias más inteligentes y sensibles a los microbios que podrían hacer que incluso los cánceres más resistentes sean más tratables”.
Comprender el mecanismo
Durante su investigación, los investigadores descubrieron que Fusobacterium puede infiltrarse en tumores y rodear las células epiteliales, cortando efectivamente su comunicación con las células circundantes e induciendo la inactividad.
Este estado no sólo permite que las células cancerosas evadan la detección inmunológica, sino que también las hace resistentes a la quimioterapia y promueve la metástasis.
El equipo observó inicialmente que los niveles de Fusobacterium eran mayores en zonas tumorales con menor densidad epitelial y menor actividad transcripcional. Mediante modelos preclínicos, demostraron que Fusobacterium se acumula en regiones tumorales específicas, se asienta entre las células cancerosas y disminuye su vulnerabilidad a la quimioterapia.
El análisis espacial, tanto en modelos vivos como en una cohorte de 52 pacientes con cáncer colorrectal y oral, confirmó estos hallazgos. Una cohorte independiente de pacientes mostró que niveles más altos de esta bacteria se relacionaban con una menor expresión génica para la detección inmunitaria y una menor respuesta al tratamiento.
Importancia y direcciones futuras
Comprender cómo microbios como Fusobacterium influyen en la resistencia al tratamiento del cáncer es crucial para desarrollar nuevos enfoques terapéuticos.
Los investigadores también están explorando estrategias innovadoras como la ingeniería de bacterias dirigidas a los tumores, un concepto conocido como “los insectos como drogas,” lo que podría ofrecer nuevas formas de abordar los tumores sólidos resistentes a las terapias tradicionales.
Si bien este estudio aporta información significativa, presenta limitaciones. Las condiciones experimentales, incluidas las dosis bacterianas de laboratorio y los niveles de oxígeno, podrían no reproducir completamente el complejo entorno de los tumores humanos. Se requieren más investigaciones para profundizar nuestra comprensión de estas interacciones in vivo.
Fuente: El MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas

