Científicos de la Universidad Tecnológica de Delft han creado un algoritmo revolucionario que permite a los drones autónomos trabajar juntos para transportar cargas pesadas, lo que está transformando sus aplicaciones en la agricultura, la construcción y las operaciones de rescate.
Científicos de la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, han desarrollado un algoritmo innovador que permite que varios drones autónomos colaboren en el transporte de cargas pesadas, incluso en condiciones climáticas adversas.
Este desarrollo, publicado En la revista Science Robotics se afirma que estos drones podrían revolucionar diversas industrias al permitirles realizar de manera eficiente tareas como llegar a infraestructuras de difícil acceso, transportar materiales de construcción a zonas remotas y ayudar en misiones de rescate.
«Un solo dron solo puede transportar una carga muy limitada», declaró Sihao Sun, investigador de robótica de la Universidad Tecnológica de Delft, en un comunicado de prensa. «Esto dificulta el uso de drones para tareas como el transporte de materiales de construcción pesados a zonas remotas, el traslado de grandes cantidades de cosechas en regiones montañosas o la asistencia en misiones de rescate».
El nuevo sistema ideado por el equipo de la Universidad Tecnológica de Delft utiliza varios drones conectados a una carga útil mediante cables, lo que les permite levantar y transportar cargas mucho más pesadas. Al ajustar constantemente sus posiciones, los drones controlan la orientación de la carga, garantizando una colocación precisa incluso en entornos complejos.
La coordinación rápida es clave
“El verdadero desafío reside en la coordinación”, añadió Sun. “Cuando los drones están conectados físicamente, deben responder entre sí y a perturbaciones externas como movimientos bruscos de la carga útil. Los algoritmos de control tradicionales son simplemente demasiado lentos y rígidos para ello”.
Para abordar este problema, los investigadores desarrollaron un algoritmo rápido, flexible y robusto que se adapta a las variaciones de la carga útil y a las fuerzas externas sin necesidad de sensores en la propia carga. Este diseño mejora la practicidad del sistema para aplicaciones en el mundo real.
En sus experimentos controlados de laboratorio, el equipo construyó cuadricópteros personalizados y los sometió a diversas pruebas, incluyendo la navegación a través de obstáculos, la simulación de condiciones de viento con un ventilador y el transporte de una carga útil dinámica como una pelota de baloncesto en movimiento.
Los resultados fueron prometedores, demostrando que los drones, una vez asignado un destino, podían navegar de forma autónoma y adaptarse a los desafíos que se presentaran en el camino.
“Solo tienes que decirles adónde ir y ellos se encargan del resto”, añadió Sun.
Aplicaciones reales a la vista
En la actualidad, el sistema depende de cámaras externas de captura de movimiento para las pruebas en interiores, lo que limita su aplicabilidad inmediata a entornos exteriores.
Sin embargo, el equipo pretende perfeccionar la tecnología para su despliegue en el mundo real, con futuras aplicaciones previstas en operaciones de búsqueda y rescate, agricultura y construcción en zonas remotas.
Fuente: Universidad Tecnológica de Delft

