Un estudio revela el poder de los rituales para unir a los aficionados al deporte

Un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Connecticut revela que la euforia emocional asociada con la afición deportiva se acentúa durante los rituales previos a los partidos. La investigación muestra cómo estas actividades compartidas crean vínculos profundos entre los aficionados, que trascienden el deporte y se extienden al ámbito de la identidad y la comunidad.

Aficionados de todo el mundo te dirán que la magia del deporte va más allá de la acción en el campo. Para muchos, el verdadero encanto reside en los rituales compartidos con sus compañeros aficionados. Una investigación reciente dirigida por Dimitris Xygalatas, profesor de antropología de la Universidad de Connecticut, confirma esta idea, revelando que las experiencias emocionales más profundas para los aficionados al deporte ocurren durante los rituales previos al partido, más que durante el mismo.

Xygalatas, un pensador racional declarado y entusiasta del fútbol de toda la vida, reflexionó sobre los hallazgos de su estudio con una visión personal.

"No es lo que podríamos llamar el comportamiento de un organismo racional", bromeó, recordando su alegría entre lágrimas cuando su equipo griego ganó el título de liga en 2019.

Publicado En las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, el estudio rastreó las respuestas fisiológicas de los fanáticos durante la final de un campeonato de fútbol en Minas Gerais, Brasil, entre rivales locales.

¿El momento clave? La Rua de Fogo, o Calle del Fuego, donde la afición, con un deslumbrante despliegue de bengalas, bombas de humo y cánticos, se reúne para recibir al autobús de su equipo.

Utilizando monitores de frecuencia cardíaca ocultos bajo la ropa de los aficionados, Xygalatas y su equipo descubrieron que la excitación emocional alcanzaba su punto máximo durante estos rituales previos al partido, y no durante el mismo. La emoción colectiva, denominada científicamente "efervescencia colectiva", alcanzaba su punto máximo no durante el partido, sino cuando los aficionados participaban en sus rituales en torno a él.

Sólo cuando el equipo local marcó la intensidad emocional superó la unidad previa al partido.

“Lo que observamos es que, de hecho, el ritual previo al partido genera más sincronía emocional que el propio partido”, declaró Xygalatas en un comunicado de prensa. “Hay un momento en todo el partido en el que tienen más sincronía emocional colectiva que el ritual previo, y es cuando marcaron un gol”.

Esta investigación se enmarca en la exploración más amplia de Xygalatas sobre cómo los rituales dan forma al comportamiento y la identidad humanos.

“Los rituales son el tipo de cosas que, a primera vista, no tienen ningún sentido en términos de comportamiento humano, pero son profundamente significativos para las personas”, añadió.

El viaje de Xygalatas lo ha llevado a rincones remotos del mundo para estudiar ceremonias de caminar sobre fuego e intensas festividades religiosas. Sin embargo, el fútbol ofrece un terreno fértil y único para el estudio debido a su atractivo universal y sus ricas tradiciones ceremoniales, en gran medida libres de restricciones religiosas o políticas.

Sus hallazgos tienen implicaciones de gran alcance. Los elementos ritualísticos que acompañan al deporte —como los que se observan en conciertos, reuniones religiosas o mítines políticos— desempeñan un papel crucial en la formación de nuestras emociones y, en última instancia, de nuestras creencias.

“Al asistir a estos eventos, estamos moldeando nuestras creencias”, añadió Xygalatas. “Así que el deporte no es solo una excusa para reunirse. Es un motor de identidad”.

Xygalatas compartió una desgarradora historia personal para subrayar el profundo significado de estos rituales. Criado en Tesalónica, Grecia, sufrió un ataque violento por llevar la bufanda de su equipo en un barrio rival, lo que pone de relieve las emociones extremas que conlleva la lealtad deportiva.

“La razón por la que pude escapar fue que otro grupo de hombres estaba doblando la esquina, usando mi insignia, así que los ahuyentaron”, agregó.

El fútbol, ​​enfatiza, es único en su potencial de incitar a la violencia letal, una preocupación que organizaciones como la FIFA deberían abordar. Los clubes deben encontrar un equilibrio entre fomentar la lealtad y garantizar la seguridad.

Sin embargo, la conclusión de la investigación de Xygalatas y su equipo es una celebración de la conexión humana a través de experiencias compartidas.

“Si observamos lo que nos hace humanos, nos damos cuenta de que es nuestra capacidad y nuestra necesidad de derivar significado de cosas que parecen no tenerlo”, concluyó.

Los coautores de este artículo incluyen al estudiante graduado de UConn Mohammadamin Saraei, el profesor Vitor Leandro da Silva Profeta de la Universidad Federal de Minas Gerais y la profesora Gabriela Baranowski-Pinto de la Universidade do Estado de Minas Gerais.

Este estudio resume cómo los rituales estructurados en los deportes no son un mero espectáculo secundario, sino el corazón mismo de cómo los fanáticos experimentan y se involucran con el juego, fomentando la unidad, dando forma a las identidades y creando momentos emocionales inolvidables.

Fuente: Universidad de Connecticut