Un estudio finlandés revela que limitar el tiempo que pasan los niños frente a una pantalla protege su salud mental

Un estudio de Finlandia sugiere que regular el tiempo frente a la pantalla y fomentar la actividad física desde la infancia podría desempeñar un papel fundamental en la prevención del estrés y los síntomas depresivos en los adolescentes.

Un estudio finlandés reciente, realizado por la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud de la Universidad de Jyväskylä y el Instituto de Biomedicina de la Universidad del Este de Finlandia, indica que limitar el tiempo que se pasa frente a una pantalla desde la infancia puede ser crucial para la salud mental en la adolescencia. Dado que hasta el 30% de los jóvenes se enfrentan a problemas de salud mental, estos hallazgos tienen un valor significativo tanto para las familias como para los responsables de las políticas.

El estudio longitudinal siguió a 187 adolescentes durante ocho años y reveló que aquellos que pasaban un mayor número de horas frente a las pantallas (especialmente a través de dispositivos móviles) presentaban un mayor estrés y síntomas depresivos durante la adolescencia.

Por el contrario, los adolescentes que realizaban niveles más altos de actividad física y participaban en deportes organizados informaron niveles más bajos de estrés y menos síntomas depresivos, aunque la relación entre la actividad física y los síntomas depresivos no fue tan fuerte como el vínculo entre el tiempo frente a la pantalla y los problemas de salud mental.

“Varias recomendaciones internacionales basadas en evidencia sugieren que el tiempo de ocio que los niños y adolescentes pasan frente a una pantalla debería limitarse a dos horas al día”, afirmó Eero Haapala, profesor titular de la Universidad de Jyväskylä, en un comunicado de prensa. “Personalmente, creo que incluso esta cifra es alta, ya que equivale a casi un mes de tiempo frente a una pantalla al año”.

Estos hallazgos destacan la importancia de promover hábitos de vida equilibrados desde una edad temprana. Fomentar una combinación de actividades físicas y establecer límites razonables al tiempo que se pasa frente a una pantalla podría ser vital para prevenir problemas de salud mental en etapas posteriores de la vida.

“El estilo de vida sedentario moderno, con una alta exposición a las pantallas, pone en riesgo la salud mental de los niños y adolescentes”, añadió Haapala.

Esperaba que los resultados del estudio impulsaran a los adultos a abogar por una serie de hábitos saludables más allá de limitar el tiempo frente a las pantallas. 

“Los debates recientes se han centrado, con razón, en el tiempo frente a la pantalla y las redes sociales, pero espero que nuestros hallazgos alienten a los adultos en la vida de los jóvenes a promover un amplio espectro de hábitos saludables, especialmente equilibrando el tiempo frente a la pantalla y la actividad física”, añadió.

Sin embargo, lograr un cambio en estos hábitos requiere un esfuerzo colectivo.

“La sociedad en su conjunto, desde las familias hasta los responsables de las políticas, debe invertir en la promoción de estilos de vida saludables para niños y adolescentes, garantizando un tiempo equilibrado frente a la pantalla, suficiente actividad física, sueño adecuado y una dieta nutritiva”, concluyó Haapala.

Esta investigación, publicado en JAMA Network Open, es parte del estudio PANIC (Actividad física y nutrición en niños) más amplio de la Comunidad de investigación de enfermedades metabólicas de la Universidad de Finlandia Oriental. Este colectivo de investigación dedicado se centra en la investigación de enfermedades cardiometabólicas importantes. Utilizando una combinación de enfoques de investigación genética, genómica y traslacional junto con intervenciones en el estilo de vida, la comunidad tiene como objetivo proporcionar evidencia concreta sobre los mecanismos de la enfermedad y promover el diagnóstico temprano, la prevención y las estrategias de tratamiento personalizadas.

Fuente: Universidad de Jyväskylä