Un estudio demuestra que los cigarrillos electrónicos desechables son más tóxicos que los cigarrillos tradicionales

Un nuevo estudio de la Universidad de California en Davis revela que los cigarrillos electrónicos desechables emiten más metales tóxicos que los cigarrillos tradicionales, lo que supone importantes riesgos para la salud, especialmente para los adolescentes y los adultos jóvenes.

Investigadores de la Universidad de California en Davis han descubierto que algunos cigarrillos electrónicos desechables emiten niveles más altos de metales tóxicos en comparación con los cigarrillos tradicionales. Este hallazgo es particularmente preocupante dada la popularidad de estos productos entre los adultos jóvenes y adolescentes.

El estudio, publicado El 25 de junio, en la revista ACS Central Science, se revela que ciertas cápsulas de vapeo desechables liberan más plomo en un solo día de uso que casi 20 paquetes de cigarrillos tradicionales.

“Nuestro estudio destaca el riesgo oculto de estos nuevos y populares cigarrillos electrónicos desechables —con niveles peligrosos de plomo neurotóxico y níquel y antimonio cancerígenos—, lo que subraya la necesidad de una aplicación urgente de la normativa”, declaró en un comunicado de prensa el autor principal, Brett Poulin, profesor adjunto del Departamento de Toxicología Ambiental de UC Davis. “Estos riesgos no solo son peores que los de otros cigarrillos electrónicos, sino también, en algunos casos, que los de los cigarrillos tradicionales”.

Descubriendo el peligro invisible

La investigación se desencadenó cuando el primer autor, Mark Salazar, estudiante de doctorado en el laboratorio de Poulin, encontró un cartucho desechable de vapeo durante una visita social. Su curiosidad lo llevó a probarlo en el laboratorio de UC Davis.

“Cuando vi por primera vez las concentraciones de plomo, eran tan altas que pensé que nuestro instrumento estaba roto”, añadió Salazar.

Este resultado inesperado nos llevó a analizar más a fondo estos productos.

Los investigadores analizaron siete tipos de dispositivos de vapeo desechables de tres marcas populares, que generaban entre 500 y 1,500 caladas por dispositivo. Encontraron concentraciones alarmantemente altas de varios metales, como antimonio y plomo.

Toxinas ocultas en los vaporizadores

Al desmontar los dispositivos, el equipo identificó la fuente de estos elementos tóxicos.

Descubrieron que algunos componentes, como las aleaciones de bronce con plomo, estaban filtrando metales como níquel y plomo al e-líquido, que posteriormente se transferían al vapor inhalado.

Además, se encontró antimonio en niveles elevados en líquidos electrónicos no utilizados.

“Descubrimos que estos dispositivos desechables tienen toxinas ya presentes en el e-líquido, o que se filtran en gran medida de sus componentes a los e-líquidos y, en última instancia, se transfieren al humo”, agregó Salazar.

Riesgos para la salud y lagunas regulatorias

La investigación mostró que los vapores de algunos dispositivos tenían niveles de níquel y antimonio que superaban los límites de riesgo de cáncer, mientras que las emisiones de plomo en otros excedían los umbrales de daño neurológico y enfermedades respiratorias.

A pesar de la prevalencia de estos productos peligrosos, los cigarrillos electrónicos desechables son mayoritariamente ilegales en Estados Unidos, pero aún están ampliamente disponibles. Esto representa un mayor riesgo para los adolescentes y adultos jóvenes, quienes son particularmente susceptibles a la exposición al plomo.

El mercado de cigarrillos electrónicos desechables crece rápidamente, superando la investigación científica actual. Existen casi 100 marcas en el mercado, pero la supervisión regulatoria y la concienciación del consumidor son deficientes.

Ante estos alarmantes hallazgos, los investigadores subrayan la urgente necesidad de aplicar normas regulatorias y realizar más estudios.

Fuente: Universidad de California, Davis