Nuevo estudio: cómo el silenciamiento de opiniones afecta el comportamiento

Un estudio reciente de la Universidad Estatal de Ohio revela cómo las personas que silencian sus opiniones minoritarias en las conversaciones pueden actuar en contra de sus creencias. Descubra cómo este comportamiento afecta la percepción pública y por qué es importante el discurso abierto.

Las personas que tienen opiniones minoritarias sobre cuestiones polémicas suelen abstenerse de expresar sus pensamientos, lo que las lleva a actuar en contra de sus creencias, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio. Este fenómeno, conocido como “autosilenciamiento”, puede tener importantes implicaciones en el comportamiento personal y la percepción pública.

El estudio, recientemente publicado En el Journal of Environmental Psychology, se examinó el comportamiento de 248 estudiantes universitarios que discutieron sus puntos de vista sobre el aumento de las opciones de alimentos de origen vegetal en los comedores de la Universidad Estatal de Ohio.

En medio de una fuerte cultura en el campus que apoya la sustentabilidad y las dietas basadas en plantas, los participantes fueron emparejados con cómplices que se hicieron pasar por estudiantes que apoyaban o se oponían a la propuesta.

Los investigadores descubrieron que los estudiantes con puntos de vista minoritarios eran reacios a explicar su posición durante estas discusiones y mostraban comportamientos inconsistentes con sus verdaderas creencias después.

“Descubrimos que quienes tenían creencias minoritarias no solo se abstuvieron de hablar, sino que adaptaron su comportamiento a la mayoría, lo cual es muy importante”, dijo en un comunicado de prensa la coautora Nicole Sintov, profesora asociada de comportamiento, toma de decisiones y sostenibilidad en Ohio State.

En primer lugar, se pidió a los participantes del estudio que calificaran su apoyo a la ampliación de las opciones de alimentos de origen vegetal en una escala de 1 (muy en contra) a 7 (muy a favor). Luego se les informó que hablarían sobre este tema con otro estudiante, sin saber que sus compañeros de conversación formaban parte del equipo de investigación, y se les pidió que presentaran argumentos estandarizados a favor o en contra de la propuesta.

Curiosamente, los estudiantes con opiniones minoritarias expresaron menos argumentos singulares y emplearon tácticas de evasión, como fingir incertidumbre o cambiar de tema.

“Si no expresas tu verdadera opinión, no estás procesando la conversación tan profundamente”, agregó Sintov. “No estás analizando, pensando y reflexionando sobre la información de la conversación de la misma manera que lo harías si dijeras lo que piensas”.

Después del debate, los participantes se comprometieron a respaldar su postura haciendo clic con el ratón para recaudar fondos para la iniciativa de alimentación basada en plantas. Sorprendentemente, quienes se oponían a la iniciativa hicieron clic tantas veces como quienes la apoyaban, lo que indica una conformidad de comportamiento contraria a sus creencias declaradas.

El estudio subraya las consecuencias más amplias del autosilenciamiento.

“Esto genera una percepción pública de que el punto de vista minoritario no existe, que es menos importante”, añadió Sintov. “Se convierte en un círculo vicioso en el que la gente no expresa sus verdaderos pensamientos y la opinión pública es abrumadoramente mayoritaria y no se puede cambiar”.

El estudio estuvo dirigido por Kristin Hurst, ex investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de Ohio que ahora es miembro del cuerpo docente de la Universidad del Sur de Illinois. Otros coautores fueron Grant Donnelly, profesor adjunto de marketing de la Universidad Estatal de Ohio, y Logan Hobbs, un graduado de la Universidad Estatal de Ohio que actualmente se encuentra en la Universidad Estatal de Michigan.

Los resultados sugieren que es esencial fomentar el discurso abierto y alentar los puntos de vista de las minorías. Quienes tienen opiniones minoritarias deberían estar más dispuestos a compartir sus creencias, y quienes pertenecen a la mayoría deben estar abiertos a escuchar perspectivas diferentes.

“Necesitamos estar abiertos al diálogo civilizado en nuestra sociedad. Tiene que ser una vía de doble sentido”, añadió Sintov.

Como revela el estudio, comprender y abordar el autosilenciamiento es crucial para crear entornos inclusivos donde todas las voces sean escuchadas y valoradas.

Fuente: La Universidad del Estado de Ohio