Estudiantes superan a ChatGPT en redacción de ensayos: nuevo estudio

Un nuevo estudio dirigido por la Universidad de East Anglia revela que, si bien los ensayos generados con IA son impresionantemente coherentes, carecen del toque personal y los indicadores de participación que hacen que los ensayos estudiantiles sean más atractivos. Esta investigación subraya el valor irremplazable de la creatividad humana y el pensamiento crítico en la educación.

En un nuevo estudio revelador, investigadores de la Universidad de East Anglia (UEA), en colaboración con Kevin Jiang, profesor de la Universidad de Jilin en China, descubrieron que, si bien las herramientas de IA como ChatGPT pueden producir ensayos coherentes y gramaticalmente correctos, no alcanzan el trabajo atractivo y personalizado elaborado por estudiantes reales.

El estudio analizó 290 ensayos, la mitad escritos por estudiantes y la otra mitad generados por ChatGPT.

Los resultados, publicado En la revista Written Communication, destacan una creciente preocupación entre los educadores con respecto al impacto de la IA en la integridad académica y el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico.

Las deficiencias de la IA

“Desde su lanzamiento público, ChatGPT ha generado considerable ansiedad entre el profesorado, preocupado por la posibilidad de que los estudiantes lo usen para escribir sus tareas”, declaró Ken Hyland, profesor de la Facultad de Educación y Aprendizaje Permanente de la UEA, en un comunicado de prensa. “El temor es que ChatGPT y otras herramientas de escritura con inteligencia artificial faciliten las trampas y debiliten las habilidades básicas de alfabetización y pensamiento crítico”.

Los investigadores se centraron especialmente en los “marcadores de compromiso”, como preguntas retóricas, comentarios personales y llamamientos directos al lector.

Estos elementos son cruciales para elaborar ensayos persuasivos e interactivos y fueron notablemente menos frecuentes en los textos generados por IA.

El toque humano

“Descubrimos que los ensayos escritos por estudiantes reales presentaban consistentemente una amplia gama de estrategias de participación, lo que los hacía más interactivos y persuasivos”, añadió Hyland. “Estaban repletos de preguntas retóricas, digresiones personales y apelaciones directas al lector; todas técnicas que mejoran la claridad, la conexión y generan un argumento sólido”.

Por el contrario, los ensayos generados por IA, aunque lingüísticamente fluidos, a menudo eran impersonales y carecían de una postura clara sobre los temas tratados.

Tendían a evitar las preguntas y limitaban los comentarios personales. En general, eran menos atractivos, menos persuasivos y carecían de una perspectiva sólida sobre un tema —añadió Hyland—. Esto refleja la naturaleza de sus datos de entrenamiento y sus métodos de aprendizaje estadístico, que priorizan la coherencia sobre los matices conversacionales.

Implicaciones educativas

A pesar de estas deficiencias, el estudio no aboga por el abandono de las herramientas de IA en entornos educativos. En cambio, sugiere que herramientas como ChatGPT deberían servir como apoyo educativo, no como atajos.

“Cuando los estudiantes vienen a la escuela, la universidad o la facultad, no solo les enseñamos a escribir, les enseñamos a pensar, y eso es algo que ningún algoritmo puede replicar”, agregó Hyland.

Fuente: Universidad de East Anglia