Un nuevo estudio del NIH revela que la calidad de las amistades entre los adolescentes tiene un mayor impacto en la salud mental que el uso de las redes sociales, lo que sugiere un cambio de enfoque para abordar el bienestar de los jóvenes.
Los adolescentes que reportan amistades sólidas y de calidad tienden a tener mejores resultados en salud mental, un hallazgo casi tres veces más influyente que cualquier vínculo entre el uso de redes sociales y problemas de salud mental. Esto según un nuevo estudio financiado por el Programa de Influencias Ambientales en los Resultados de Salud Infantil (ECHO) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los adolescentes de hoy están más conectados en línea que nunca y pasan gran parte de su tiempo en redes sociales. Esta tendencia ha generado una preocupación generalizada sobre los posibles impactos negativos en su bienestar mental. La advertencia del Director General de Servicios de Salud de EE. UU. de 2023 sobre los posibles efectos de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes reforzó la necesidad de comprender estas dinámicas.
“El uso de las redes sociales no ocurre de forma aislada, sino que forma parte de un panorama mucho más amplio”, declaró en un comunicado de prensa Courtney K. Blackwell, autora correspondiente y profesora asociada de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. “Nuestro estudio reveló que las relaciones entre pares parecen ser mucho más importantes que las redes sociales en lo que respecta a la salud mental de los adolescentes”.
En la investigación en la que participaron 963 adolescentes de entre 13 y 18 años de todo Estados Unidos, los participantes proporcionaron datos sobre sus hábitos en las redes sociales, la calidad de sus amistades y varios indicadores de salud mental utilizando herramientas reconocidas como la evaluación PROMIS® y el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades.
Los adolescentes con amistades sólidas y comprensivas mostraron una mejor salud mental, independientemente de su uso de las redes sociales. Por el contrario, quienes tenían amistades de baja calidad reportaron una peor salud mental, independientemente del tiempo que pasaran en línea.
Encuestas recientes destacaron la prevalencia del uso de las redes sociales entre los adolescentes. En 2021, los estudiantes de 8.º y 10.º grado reportaron un promedio de 3.5 horas diarias en estas plataformas, cifra que aumentó a 4.8 horas diarias en una encuesta Gallup de 2023 a jóvenes de 13 a 19 años. Estos hallazgos subrayan la importancia de comprender el contexto más amplio de las interacciones de los adolescentes, tanto en línea como fuera de ella.
Los resultados del estudio sugieren que mejorar la calidad de las relaciones entre pares podría desempeñar un papel vital en la mejora de la salud mental de los adolescentes.
“En lugar de centrarse únicamente en limitar el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes, quizás enfatizar formas de reforzar la calidad de sus relaciones sociales ayudaría a abordar la actual crisis de salud mental juvenil en los EE. UU.”, agregó Blackwell.
En el futuro, el equipo de investigación planea profundizar en la influencia mutua entre las redes sociales y la salud mental durante la adolescencia. Mediante el seguimiento de datos a lo largo del tiempo, estudios futuros podrían centrarse en el desarrollo de estrategias para mejorar la calidad de las relaciones con los compañeros como vía para obtener mejores resultados en la salud mental de los adolescentes.
Esta investigación colaborativa, publicado en el Journal of Adolescent Health, allana el camino para desarrollar enfoques más matizados para abordar la creciente crisis de salud mental juvenil.
Fuente: Influencias ambientales en los resultados de salud infantil (ECHO)