La Generación Z lidera una drástica disminución del consumo de alcohol, según un nuevo estudio

La Generación Z está bebiendo menos alcohol que cualquier generación anterior en Australia, lo que indica un cambio cultural que podría conducir a importantes beneficios para la salud pública.

Los australianos más jóvenes, en particular la Generación Z, están optando por abstenerse del alcohol a un ritmo nunca visto, según un nuevo estudio de la Universidad de Flinders. Esta tendencia podría transformar radicalmente la cultura del consumo de alcohol en Australia y, de continuar, aportar importantes beneficios a la salud pública.

El estudio, que siguió a más de 23,000 australianos a lo largo de varias generaciones utilizando datos de la Dinámica de los hogares, los ingresos y el trabajo en Australia (HILDA) Una encuesta revela una disminución significativa en el consumo de alcohol, especialmente entre los grupos más jóvenes.

Este es el primer estudio en Australia que utiliza datos longitudinales para distinguir entre los efectos de la edad y los cambios generacionales.

“Nuestra investigación muestra que a lo largo de sus vidas, la Generación Z tiene casi 20 veces más probabilidades de elegir no beber alcohol en comparación con los Baby Boomers, incluso después de ajustar los factores sociodemográficos”, dijo en un comunicado de prensa el autor principal Gianluca Di Censo, investigador principal de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders y del Centro Nacional de Educación y Capacitación sobre Adicciones (NCETA).

“Esto no es sólo una fase; parece ser un cambio sostenido en el comportamiento que podría tener beneficios a largo plazo para la salud pública”, añadió Di Censo.

El estudio, publicado En la revista Addiction, se clasifica a los participantes en cinco grupos generacionales: la Generación Silenciosa (nacidos entre 1928 y 1945), los Baby Boomers (1946-1964), la Generación X (1965-1980), los Millennials (1981-1996) y la Generación Z (1997-2012).

Se descubrió que la Generación Z no solo presenta mayores tasas de abstinencia, sino que también consume menos alcohol semanalmente en comparación con las generaciones anteriores. Los millennials también beben menos que los baby boomers, lo que indica un cambio social más amplio.

Esta investigación desafía “suposiciones arraigadas sobre la cultura del consumo de alcohol en Australia”, según la coautora Kirrilly Thompson, investigadora principal de la Facultad de Medicina y Salud Pública y del NCETA.

“Durante décadas, el alcohol ha estado profundamente arraigado en la vida social, pero eso está cambiando”, añadió. “Los jóvenes australianos crecen en un mundo diferente: uno donde abstenerse del alcohol es cada vez más normal, y donde la socialización digital, el aumento del coste de la vida y la concienciación sobre la salud están transformando la forma en que las personas invierten su tiempo y su dinero”.

Aunque los Millennials y la Generación X tienden a beber más por ocasión en comparación con los Baby Boomers, su consumo semanal total es menor, lo que sugiere que, si bien el consumo excesivo de alcohol sigue siendo un problema, el consumo excesivo habitual está disminuyendo.

El estudio también revela que la Generación Silenciosa consume la mayor cantidad de alcohol semanalmente, superando incluso a los Baby Boomers, lo que indica que los australianos de mayor edad aún podrían correr riesgo de sufrir daños relacionados con el alcohol.

Estas tendencias generacionales podrían ayudar a guiar el desarrollo de futuras estrategias de salud pública, según los investigadores.

"Si podemos entender qué impulsa esta disminución en el consumo de alcohol entre los jóvenes, ya sean presiones económicas, normas sociales o cambios de políticas, podemos utilizar ese conocimiento para apoyar comportamientos más saludables en todos los grupos de edad", añadió De Censo.

Los investigadores creen que políticas como el precio mínimo del alcohol, las restricciones publicitarias y las campañas de salud dirigidas podrían amplificar estas tendencias positivas. También destacan la importancia de seguir centrándose en los grupos de alto riesgo, como los adolescentes que beben en exceso y los adultos de mediana edad con un alto consumo semanal.

“Esta investigación demuestra que el cambio es posible”, concluyó Thompson. “Esta investigación demuestra que el cambio es posible. La Generación Z está redefiniendo lo que significa socializar y celebrar, y lo hace con menos alcohol. Es algo a lo que deberíamos prestar atención, no solo como investigadores, sino como sociedad”. 

Fuente: Universidad de Flinders