Investigadores de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi han creado un innovador material a nanoescala que mejora la precisión de la criocirugía, un procedimiento que utiliza frío extremo para tratar el cáncer, iluminando las células cancerosas y ayudando a los cirujanos a distinguirlas del tejido sano.
Investigadores de la Universidad de Nueva York en Abu Dabi (NYUAD) han presentado una herramienta pionera que transformará el campo del tratamiento del cáncer, en particular la criocirugía. Esta innovadora tecnología, descrita en un estudio publicado en el Journal of the American Chemical Society, mejora la capacidad de los cirujanos para detectar y eliminar células cancerosas durante la criocirugía, un procedimiento que aprovecha el frío extremo para aniquilar tumores.
El grupo de investigación Trabolsi de la Universidad de Nueva York (NYUAD) desarrolló un marco orgánico covalente (COF) a escala nanométrica, identificado como nTG-DFP-COF. Este material, diseñado para aumentar la fluorescencia en condiciones de congelación, permite una clara diferenciación entre tejidos cancerosos y sanos durante la cirugía.
Gobinda Das, investigador del Grupo Trabolsi, diseñó este COF para que fuera biocompatible y de baja toxicidad, garantizando una interacción segura dentro del cuerpo.
Fundamentalmente, el material mantiene su fluorescencia en medio de los cristales de hielo que suelen estar presentes durante la criocirugía, lo que facilita el monitoreo en tiempo real y mejora la precisión del procedimiento.
“Creemos que se trata de una herramienta transformadora que podría revolucionar la cirugía oncológica”, afirmó Farah Benyettou, científica investigadora del Grupo de Investigación Trabolsi, en un comunicado de prensa. “Al hacer que la extirpación de tumores sea más precisa, esta tecnología tiene el potencial de reducir las cirugías adicionales y acelerar la recuperación del paciente. Es un gran paso adelante en el tratamiento de cánceres agresivos y difíciles de tratar”.
Las imágenes de fluorescencia, un método no invasivo que utiliza colorantes sensibles a la luz para resaltar los tumores, ofrecen información en tiempo real, pero hasta ahora han tenido una aplicación limitada en la criocirugía.
La integración de esta técnica de imágenes con la criocirugía promete mejorar significativamente la precisión y la seguridad del procedimiento, ayudando a preservar el tejido y reduciendo las cirugías repetidas.
“Este avance cierra la brecha entre la obtención de imágenes y la terapia, y ofrece a los cirujanos una herramienta en tiempo real para visualizar y extirpar el cáncer con una precisión sin precedentes”, añadió Ali Trabolsi, profesor de química e investigador principal del Grupo de Investigación Trabolsi. “Al integrar la obtención de imágenes por fluorescencia con la criocirugía, estamos ampliando los límites del tratamiento del cáncer y ofreciendo nuevas esperanzas para los pacientes con tumores difíciles de tratar”.
El impacto potencial de este avance es profundo, ya que combina funciones diagnósticas y terapéuticas en una única plataforma. Esto podría agilizar los protocolos de tratamiento del cáncer, reducir los costos de la atención médica y mejorar los resultados de los pacientes. La investigación marca un avance significativo hacia cirugías oncológicas más efectivas y eficientes, en particular para cánceres agresivos y esquivos.