Investigadores de la Universidad de Delaware han desarrollado un método innovador para mitigar la contaminación ambiental de los neumáticos desechados, abriendo un camino hacia prácticas de reciclaje más seguras que convierten componentes dañinos en productos valiosos.
Investigadores de la Universidad de Delaware han revelado un método innovador para abordar una de las fuentes de contaminación que a menudo se pasan por alto: los neumáticos viejos. El nuevo estudio, publicado En Nature Chemical Engineering, se presenta un proceso que convierte químicamente los componentes dañinos de los neumáticos en materiales seguros y reutilizables.
El equipo de investigación, dirigido por Dion Vlachos, presidente del Departamento de Ingeniería Química y Biomolecular de la UD, ha ideado una técnica para mejorar el 6PPD, una molécula presente en los neumáticos que ofrece protección UV pero se convierte en un contaminante peligroso, la 6PPD-quinona.
Esta innovación podría cambiar la forma en que manejamos la eliminación de neumáticos al convertir los materiales sobrantes de los neumáticos en productos útiles como aromáticos y negro de carbón, que se encuentran en artículos de uso diario que van desde cosméticos hasta productos electrónicos.
“Los neumáticos son responsables de aproximadamente un tercio de los microplásticos del medio ambiente”, según Vlachos, quien también dirige el Instituto de Energía de Delaware.
Bajo la exposición a la luz solar, el 6PPD se transforma en 6PPD-quinona, liberando a la atmósfera moléculas de dicetona dañinas no sólo de los neumáticos en uso sino también de los abandonados en vertederos.
Los esfuerzos tradicionales para descomponer los materiales de los neumáticos, como los que implican pirólisis a alta temperatura, han tenido dificultades para abordar los persistentes químicos 6PPD.
Por ello, el equipo de la Universidad de Delaware adoptó un enfoque diferente y utilizó la extracción química. Calentando migas de neumáticos en un reactor de microondas y separando las moléculas con un disolvente, eliminaron eficazmente el 6PPD. Las moléculas extraídas se sometieron luego a una conversión química para convertirse en productos químicos seguros y comercializables.
Se determinó que el material restante de los neumáticos era adecuado para su reciclaje a través de métodos convencionales, lo que hace posible su reutilización en aplicaciones tales como superficies de juegos infantiles, carreteras y otros productos comerciales.
Esto podría resolver una parte importante del acuciante problema mundial de los residuos de neumáticos. Los expertos estiman que podría haber hasta 5 mil millones de neumáticos que requieran eliminación en todo el mundo para 2030, y Estados Unidos vio una disminución del 25% en el uso de neumáticos usados entre 2013 y 2021.
"Creo que el reciclaje real del neumático en sí es importante, por lo que existen soluciones verdaderamente circulares que están haciendo supraciclaje", dijo Vlachos en un comunicado de prensa“Debemos fabricar cosas a una escala suficientemente grande y a un coste razonable fuera del laboratorio. Esto tiene que demostrarse con instalaciones a escala piloto. No lo hemos hecho todavía”.
El estudio señala el potencial de impacto en el mundo real, pero reconoce la necesidad de mayores esfuerzos de ingeniería y colaboración de la industria para una adopción masiva.
“Necesitamos educar a la comunidad. Necesitamos sensibilidad social, concienciación. No es un problema que se resolverá solo”, añadió Vlachos.
A medida que aumentan las preocupaciones ambientales, este estudio ofrece un camino esperanzador a seguir, prometiendo prácticas de reciclaje más seguras y sostenibles que beneficien tanto a la industria como al planeta.