Investigadores de UT Austin, UNC Chapel Hill y NIH han descubierto anticuerpos que pueden neutralizar una amplia gama de cepas de norovirus, lo que potencialmente conducirá al desarrollo de una vacuna ampliamente protectora y nuevas terapias para pacientes con gastroenteritis.
En un avance significativo hacia la lucha contra el norovirus, un equipo de científicos de la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y los Institutos Nacionales de Salud ha identificado anticuerpos que podrían allanar el camino para una vacuna contra el norovirus de amplia eficacia. Sus hallazgos, publicado En Medicina Traslacional Científica, aportamos nuevas esperanzas a la lucha contra una de las causas más comunes de gastroenteritis en todo el mundo.
El norovirus infecta a más de 700 millones de personas al año y provoca síntomas debilitantes, como diarrea intensa y vómitos. Aunque la mayoría de las personas se recuperan, el virus puede ser mortal para los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos debilitados. El desarrollo de una vacuna eficaz ha supuesto un gran desafío debido a las numerosas variantes genéticas del virus y su capacidad de mutar rápidamente.
El equipo de investigación, aprovechando el análisis molecular avanzado, estudió las respuestas inmunitarias de los participantes en un ensayo experimental de vacuna oral contra el norovirus desarrollado por Vaxart. Identificaron a ciertos participantes que producían anticuerpos ampliamente neutralizantes. Se descubrió que estos anticuerpos neutralizaban una amplia gama de cepas de norovirus, incluidas las variantes históricas y emergentes, responsables de aproximadamente el 75% de los brotes mundiales.
“Estos hallazgos brindan información fundamental sobre cómo responde el sistema inmunológico al norovirus y abren el camino para diseñar una vacuna que ofrezca una protección amplia y duradera”, afirmó en un comunicado de prensa el coautor del estudio, George Georgiou, profesor de biociencias moleculares e ingeniería química en la Universidad de Texas en Austin. “Encontramos anticuerpos que son muy amplios en términos de su capacidad para neutralizar muchas variantes diferentes que han circulado o están circulando ahora”.
Uno de los anticuerpos más destacados identificados, el VX22, ataca un punto débil previamente desconocido en la estructura del virus. Este anticuerpo puede neutralizar norovirus de múltiples genotipos al atacar una región altamente conservada en las partículas del virus. Esto convierte al VX22 en un candidato excepcionalmente fuerte para el desarrollo de vacunas.
“Este invierno, los casos de norovirus han aumentado hasta el doble de los dos picos anuales anteriores, lo que realmente pone de relieve el hecho de que el norovirus es prevalente y evoluciona rápidamente, y necesitamos una vacuna contra él para reducir la carga mundial de enfermedades asociadas con el norovirus”, añadió el primer autor Juyeon Park, investigador postdoctoral en UT Austin. “Nuestros hallazgos pueden informar mejor el diseño futuro del desarrollo de vacunas contra el norovirus”.
El norovirus se propaga rápidamente a través de alimentos, agua y superficies contaminadas, lo que suele provocar brotes en zonas densamente pobladas, como escuelas, cruceros y centros de atención de la salud. Una vacuna que ofrezca protección contra múltiples cepas podría reducir significativamente las tasas de infección, las hospitalizaciones y el impacto económico de la enfermedad.
Además, los anticuerpos recientemente identificados son prometedores para las terapias posteriores a la infección, en particular para las personas inmunodeprimidas que tienen dificultades para eliminar la infección de sus sistemas.
Georgiou destacó la importancia de este descubrimiento para el desarrollo de posibles tratamientos: “Este descubrimiento nos acerca a una vacuna que podría brindar protección duradera y prevenir los efectos devastadores de los brotes de norovirus, así como un posible tratamiento para aquellos ya infectados”.
El equipo de investigación ahora se centra en perfeccionar el diseño de la vacuna y probar su eficacia en poblaciones más amplias, incluidos grupos vulnerables como los ancianos y los niños pequeños.
Fuente: UT Austin