Una investigación innovadora demuestra cómo los relojes inteligentes pueden detectar infecciones de forma temprana, ofreciendo una herramienta poderosa para gestionar y potencialmente prevenir futuras pandemias.
Los relojes inteligentes de uso cotidiano pueden detectar con precisión infecciones virales días antes de que aparezcan los síntomas. Esta capacidad revolucionaria podría ayudar a prevenir pandemias en el futuro, según una nueva investigación publicado en PNAS Nexus.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Aalto en Finlandia, la Universidad de Stanford y la Universidad Texas A&M, ilustra cómo los dispositivos portátiles pueden minimizar la propagación de enfermedades, como la COVID-19, la gripe y el resfriado común, al detectar cambios fisiológicos tempranos.
“A diferencia de lo que ocurrió durante la pandemia, ahora disponemos de datos concretos sobre cómo se desarrollan las pandemias y de la eficacia de las distintas medidas para frenar su propagación. Si a esto añadimos que la tecnología portátil es ahora extremadamente eficaz a la hora de detectar los primeros signos fisiológicos de la infección, estamos mucho mejor preparados”, afirmó en un comunicado de prensa el primer autor Märt Vesinurm, investigador de doctorado de la Universidad Aalto.
La detección temprana es clave para la prevención
Los relojes inteligentes han demostrado ser notablemente precisos a la hora de identificar signos tempranos de enfermedad a través de marcadores fisiológicos como la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca y la temperatura de la piel.
Estos dispositivos pueden detectar el COVID-19 con un 88% de precisión y la gripe con un 90% de precisión antes de que se manifiesten los síntomas, según el estudio.
En promedio, las personas reducen significativamente su contacto social una vez que saben que están enfermas. Vesinurm señala que incluso una reducción modesta del 66-75% en las interacciones sociales puede resultar en una disminución del 40-65% en la transmisión de la enfermedad, en comparación con alguien que se aísla solo después de que aparecen los síntomas.
“Incluso en el extremo inferior del cumplimiento, si las personas reciben y actúan en consecuencia con una advertencia temprana mediante el autoaislamiento, el impacto es significativo”, agregó Vesinurm. “Incluso una reducción de solo el 66-75 por ciento en los contactos sociales poco después de la detección mediante relojes inteligentes, teniendo en cuenta que eso es equivalente a lo que normalmente haría si tuviera síntomas de resfriado, puede llevar a una disminución del 40-65 por ciento en la transmisión de la enfermedad en comparación con alguien que se aísla desde el inicio de los síntomas”.
Implicaciones para futuros brotes
El estudio sugiere que el papel de los relojes inteligentes va más allá del seguimiento de la salud individual y se trata de ayudar a las estrategias de salud pública. Los investigadores creen que estos wearables pueden ser fundamentales para gestionar posibles nuevos brotes, como el H5N1 (gripe aviar) u otras amenazas virales emergentes.
"A medida que recopilamos datos más específicos sobre cómo las diferentes enfermedades afectan estas mediciones, no hay razón por la que no podamos distinguir entre enfermedades, desde la gripe aviar y el VIH hasta el resfriado común, especialmente cuando se usan junto con métodos avanzados de aprendizaje automático y otros datos del usuario", agregó Vesinurm.
Hacia políticas más inteligentes
A partir de datos de estudios epidemiológicos, biológicos y de comportamiento, los investigadores desarrollaron un modelo matemático de propagación de la infección a nivel de población.
Este enfoque integrado podría revisar las políticas actuales contra la pandemia al ofrecer alertas tempranas e intervenciones más específicas, reduciendo potencialmente la necesidad de medidas amplias como confinamientos y pruebas generalizadas.
"La gente está acostumbrada a los dispositivos portátiles y es probable que confíen en ellos. Si bien aún no son diagnósticos, podrían ayudar a que las estrategias impopulares como las mascarillas, los confinamientos y las pruebas invasivas sean más específicas y menos contundentes", añadió Vesinurm.
La detección temprana podría impulsar acciones como la realización de pruebas PCR, el uso de mascarillas o la evitación de personas vulnerables, según los datos en tiempo real disponibles a través de los relojes inteligentes. Esta información no solo permite a las personas tomar medidas de protección, sino que también proporciona a los responsables de las políticas una herramienta vital para gestionar la salud pública.
“Podría ser que a los gobiernos les resulte más rentable en una situación de pandemia proporcionar un reloj inteligente a todas las personas que lo deseen, aunque, por supuesto, esto conlleva sus propias consideraciones éticas”, concluyó Vesinurm. “De cualquier manera, con la detección temprana literalmente al alcance de la mano, veo muchos motivos para tener esperanza”.
Fuente: Universidad de Aalto